Según Flexible Packaging Europe (FPE), ha habido un crecimiento en el uso de envases flexibles para la mayoría de los mercados de usuarios finales, como el café, los alimentos para mascotas y los alimentos frescos. Las familias más pequeñas necesitan más opciones de servicio con envase individual y, por lo tanto, existe una demanda continua, que respalda la tendencia general de la transición del empaque rígido al flexible, que ofrece mayor funcionalidad y se adapta mejor a las necesidades de la vida actual.

El principio clave del empaque flexible es minimizar el uso de materias primas, un principio que generalmente lo convierte en la solución de empaque disponible más efectiva en términos de ahorro de recursos. La industria de empaques flexibles apoya la recogida selectiva de todos los empaques, para asegurar que estos materiales estén sujetos a tratamientos eficientes para su recuperación. Esto sirve para apoyar una mejor recogida selectiva y mejores soluciones de reciclaje en toda Europa.

Según una investigación realizada por el analista PCI Wood Mackenzie, el consumo de envases flexibles en Europa creció un 2%, alcanzando un valor de alrededor de 14 mil millones de euros en 2017, con las mismas tasas de crecimiento en Europa occidental y oriental. Se espera que el crecimiento continúe, con ingresos que podrían alcanzar los 16 mil millones de euros en Europa y un consumo global de 107 mil millones de dólares para 2022.

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